10 sabios consejos de una abuela sobre amor y sexualidad

La abuelita 

La historia de la anciana dio la vuelta al mundo cuando la revista Esquire publicó un extracto del libro de Shapiro causando sensación. Es que la entrevista es inusual tanto por la edad como por las andanzas de la abuela. 

Su nombre es Pauline y se casó en 1923, 1941 y 1959. Pero, su estado civil actual es divorciada. Es madre de dos hijos, vive en Florida y creció en Nueva York. Su historia en las lides de los casados comenzó a los 17 años, justo después de graduarse de la escuela. 


“¿Qué sabía yo de cómo vivir? Nada. No era para mí, pero me casé de todos modos. Tuve mis hijos con él, así que valió la pena. Luego me divorcié”. 

Después tomó los votos con un hombre de la ciudad de Chattanooga en el estado de Tennessee, pero la relación no funcionó y por varios motivos, entre risas y baja voz, confidenció que su pene era pequeño y que aún con operación de por medio no fue suficiente. Además, le desagradaban sus modales y forma de vida. 

Entonces se casó con Bill Simmons. “Era todo un hombre. Él era una maravilla. Muy luminoso. Y estaba loco por mí. Tuvimos un tiempo maravilloso, pero murió”. 

Desde ese entonces no volvió a subir al altar para dar el “sí”. Aunque encontró la manera de reponerse. La solución fue un amante, otro hombre especial y casado. “Su hija se casó con mi hermano. Estuvimos juntos por años y nos reuníamos los sábado en una suite en el Waldorf Astoria. Bailábamos, tomábamos. Nos divertíamos mucho”. Como toda amante, dice que él nunca se llevó bien con su esposa y que ella lo sabía, pero no podía hacer nada al respecto. “Era una buena mujer, pero no era una dama bonita ni emocionante. Permanecieron casados hasta su muerte y estoy segura de que tenía muchas mujeres en su vida fuera de mí”, aclaró. 

Tres matrimonios, un amante y bastante experiencia en historias de amor, quiso entregar a Dana Adam Shapiro sus peculiares consejos sexuales para casados y solteros que quieran permanecer en sus relaciones. 

“Tuve suficientes hombres, ahora con 98 años de edad, ¿para qué diablos quiero a un hombre ahora? ¿Qué puedo darle? ¿Qué puede darme? Nada”, sentencia cerrando sus historias de amor. 

Los 10 consejos 


1. Tienen que ser sexualmente compatibles. 
Eso es muy importante. Si alguien te dice algo diferente, está loco. 

2. Es muy difícil “condimentar” las cosas después de diez años. 
Si tienes esa sensación mejor obtén tu divorcio. Estás mejor solo. Porque cuando se vive con alguien que no te hace feliz es lamentable. Es peor que estar solo. 

3. Hay que dar todo de sí mismo para hacer que la otra persona sea feliz. 
Pero hay que hacerlo de tal modo que cada uno quiera darlo todo. Por ejemplo, una mujer, si su marido es un jugador de golf, ella debe aprender a jugar al golf. De lo contrario, él está en el campo de golf de todo el tiempo. Y si una mujer le gusta jugar al bridge, él debe aprender a jugar también. 

4. Usted tiene que tener mucha pasión y un montón de sentimientos. 
Sin sentir no hay nada. Es como si amar fuera sólo un acto mecánico y eso no es bueno. 

5. El hombre no debe ser egoísta. 
Si ha tenido su orgasmo, él tiene que asegurarse de que ella obtenga el suyo también. 

6. No te aburras con la vida. 
Busca que hacer más allá de la pasión. 

7. Ambos tienen que tener la necesidad y ganas de tener relaciones sexuales. 
No dices, el lunes nos vamos a acostar. No. El puede venir de un partido de golf, todo sucio, sucio, y luego, de repente, estás en la cama con él. 

8. Sé espontáneo. 

9. El la cama si quieres experimentar, hazlo. 
Si no deseas hacerlo, tienes que decir que no estás interesado. Por ejemplo, un hombre te puede pedir sexo oral, y hay muchas mujeres que les gusta, pero otras no. Como también hay hombres que no les gusta hacer sexo oral a las mujeres. Esto va en ambos sentidos. 


10. Tienes que tener mucho en común para seguir casado. 
Si él quiere salir a bailar o beber y tu no quieres ir, bueno, está bien de vez en cuando, pero tienes que acompañar porque sino seguro encontrará a alguien más para bailar. Incluso beber. A algunos hombres les gusta ir a un bar y tomar unas copas. Así que conocen gente en el bar. Y antes de que te des cuenta, están involucrados. Tiene que hacer cosas juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario