Por supuesto que no estoy diciendo que todos los hombres y mujeres que se aburren o no se sienten insatisfechos en su matrimonio van a ser infieles, ya que no todas las personas tienen la tendencia a serlo. No obstante, hay quienes sí lo hacen y procuran no ser descubiertos.
Un aspecto muy interesante en lo que concierne a la infidelidad, es que cuando una persona elige tener una relación fuera de su matrimonio es muy probable que construya una unión más estable con quien está saliendo. Sin embargo, pareciera que eso no es suficiente como para abandonar a su pareja, ¿por qué? Bueno, existen 3 razones por las cuales pudiera suceder esto, mismas que ahora te comparto.
Triste pero cierto. En ocasiones, cuando una persona cede a la tentación de ser infiel lo hace porque siente que algo le falta dentro de su matrimonio y lo que busca es satisfacer esa única necesidad. Ya sea actividad sexual, deseo de ser escuchado o cualquier otra carencia.
Por lo demás, las personas que llegan a ser infieles en su matrimonio lo tienen todo: estabilidad económica, una familia y amor, por lo que no van a renunciar a nada de eso por una aventura que les ofrezca llenar una única carencia marital. Puede parecer egoísta -y lo es- ya que con ambas relaciones se siente complementado pero se niega a arriesgar lo que ha conseguido a costa de su pareja o amante.
2. Ama a su pareja
No porque alguien sea infiel quiere decir que ya no ama a su cónyuge, lo que ha pasado es que la dinámica en el matrimonio ha cambiado y, desde luego, han pasado quizás años desde que se conocieron y se casaron. Es probable que la pasión de los primeros años haya ido mermando debido a la rutina, pero muy probablemente el amor no ha muerto y está lejos de que eso suceda.
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