¿Cuántas veces durante una fiesta tuviste que sentarte porque ya no tolerabas más el dolor de pies por tus zapatos nuevos? Supongo que al igual que yo muchas veces verdad, pues a todos nos ha pasado muchas veces.
Este es un problema bastante frecuente cada vez que compramos un par de zapatos nuevos para un evento importante, cuando nos compramos nuevos para tratar de ajustarnos a la moda imperante o cuando utilizamos calzado que puede ser muy vistoso desde lo estético pero que genera problemas en nuestros pies y terminamos el día con los pies hinchados y doloridos.
Y lo peor es que un calzado que aprieta demasiado no sólo nos hará pasar un mal rato sino que con el tiempo puede generar callos en las plantas de los pies, ampollas o peor aún, los tan temidos juanetes que son extremadamente dolorosos y que casi invariablemente terminan en cirugía.
Otro de los problemas que pueden surgir son las uñas encarnadas. Una uña mal cortada sumada a un calzado muy apretado sobre todo en las puntas es la antesala para que estas uñas se incrusten dentro de la piel del dedo y junto con el calor del encierro y la humedad sean el caldo de cultivo para una infección que resulta extremadamente dolorosa.
Pero si te estás encontrando con este problema o acabas de comprar un par de zapatos nuevos que posiblemente te resulten dolorosos cuando sales a caminar, tenemos un truco casero que puede serte de mucha utilidad.
Podrás ampliar tus zapatos y así olvidarte de estos terribles dolores que produce muchas veces usar un zapato nuevo, con ayuda de este truco
Tan sólo debes tomar dos bolsas de plástico y llenarlas con ¼ litro de agua. Éstas bolsas deben tener cierre de cremallera o sino debes tener que buscar la manera de cerrarlas para que el agua no se escurra.
A continuación, coloca estas bolsas dentro de los zapatos y llévales al congelador. Luego de varias horas, cuando el agua se haya congelado retira los zapatos del congelador y espera tan solo unos 20 minutos o media hora hasta que el hielo se derrita.
Retira las bolsas de los zapatos y en caso de que hayan quedado un poco húmedos resécalos con ayuda del secador de pelo.
Este truco funciona a la perfección con zapatos de cuero pero también puede ser de utilidad con otros de plástico o de cuero artificial. Es importante remarcar que después de un tiempo deberás repetir el procedimiento en caso de que tus zapatos te causen dolor nuevamente , pero en principio esto estirará el cuero lo suficiente como para que no realice tanta presión en tus dedos al caminar duante mucho tiempo
Es un truco maravilloso. Pruebalo ya mismo, tan solo te tomara un poquito de tu tiempo y luego regresa y comenta que tan bien te fue, yo estoy segura de que quedarás fascinada con este truco.
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