Mira la razón por qué los perros huelen las partes íntimas de las personas


Casi todos hemos sido -al menos una vez- víctimas de un perro curioso, mucho más interesado en oler nuestras partes íntimas que en darnos la pata. Si lo has vivido, de seguro compartes el sentimiento de vergüenza que se siente en esos momentos, sin contar que muy probablemente tu cara se puso tan roja que parecías a punto de explotar. Lo único que querías era que la tierra se partiera en dos y caer dentro de ella. 

Cuando eso sucede pensamos que el animal no está entrenado, e incluso que es descortesía del dueño no hacer algo para evitarnos el mal rato. Pero todo eso está muy lejos de la realidad. 


Contrario a lo que muchos creen, los perros no tienen ni idea de cuánto nos molesta que nos olfateen cerca de la entrepierna o del trasero. Lo hacen por instinto; buscan información de la persona, de la misma manera que con los de su especie. 


El olfato es el sentido que predomina en los perros, eso los lleva a querer reconocer por medio de la nariz todo lo que los rodea; por ese motivo, sin hacer distinción tienden a oler las partes íntimas tanto de humanos como de animales, para obtener la información que necesitan. 


Las glándulas apocrinas sudoríparas, mejor conocidas como feromonas, transportan los olores con información social de los seres humanos y se encuentran en mayor cantidad en las áreas genitales. Cuando un perro nos olfatea quiere detectar las feromonas, y eso puede provocar que se sienta atraído hacia esas zonas, en personas que recién tuvieron relaciones sexuales o en mujeres durante su período menstrual o incluso con pocos días de haber dado a luz. 

El desarrollado olfato de los perros se debe a una especie de bolsa en el techo de la boca, con unos conductos que se abren para que le lleguen las moléculas del olor. Una vez que recaba el aroma, sus bulbos olfativos en el cerebro procesan la información de manera muy peculiar.


El olfato en estos animales que tanto amamos es tan agudo, que algunos agricultores y ganaderos utilizan esa cualidad para identificar a las vacas en la etapa de ovulación y aprovechar su cortísimo periodo fértil, para acercarles un compañero con el fin de que se reproduzcan.


Por descabellado que parezca, hay personas a las que sentirse olfateadas en las partes íntimas las hizo exagerar un hecho tan inocente e instintivo como ese. En Estados Unidos una mujer demandó a un perro y a su dueño, por dejar que el animal le pusiera el hocico en la entrepierna en varias ocasiones sin reprenderlo; alegó que sufrió acoso sexual de ambos. Por fortuna hay autoridades con sentido común, que ignoran una denuncia cuando no tiene sentido. Al final la queja de la dama no procedió, debido a que “la descortesía” de un perro no constituye acoso sexual de su dueño.


Como puedes darte cuenta, a pesar de que los perros sean entrenados su instinto es algo que no debemos reprimir de ninguna manera; pretender hacerlo sería como querer prohibir que los humanos cerremos los ojos al estornudar. Si eres dueño de un can y ves que incomoda a alguien, retíralo jalándolo de la correa o el collar, y si eres tú el objetivo, te recomendamos que simplemente lo acaricies mientras recaba tus datos para reconocerte y sentirse seguro. 


Ahora que sabes por qué los perros tienden a oler tus partes íntimas, y que no tiene nada de pervertido como quizás consideraste alguna vez, estamos seguros de que si te llega a pasar ya no sentirás vergüenza y seguirás considerando a este adorable animal como el mejor amigo del hombre.

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