Como cualquier padre, Shane y Nicole Sifrit estaban más que felices por la llegada de su pequeña hija juntos, porque además, en el mismo mes celebrarían su boda.
El 7 de julio contrajeron matrimonio con su bebé de 6 días ya en brazos, pero su celebración se vio interrumpida porque la pequeña Mariana se tornó pálida, dejó de comer y tardó mucho en despertar; tuvieron que llevarla inmediatamente al hospital Black Children en Des Moines.
En cuestión de dos horas la pequeña se puso peor: dejó de respirar y sus órganos comenzaron a fallar. Su madre, Nicole Sifrit, dijo que los médicos no le daban opciones para salvar su vida. A la mañana siguiente, la bebé Mariana cerró para siempre sus ojitos a causa de meningitis HSV-1, producida por el virus del herpes.
Se descartó que los padres la hubieran contagiado, incluso en el momento del parto, pues ambos se sometieron a pruebas y dieron negativo al virus del herpes. Es posible que un familiar o amigo que la visitó, le transmitiera el virus a través de un beso. Incluso si Mariana hubiera sobrevivido, hubiera tenido un daño cerebral muy serio.
Ahora Nicole y Shane Sifrit tratan de crear conciencia sobre el tema y buscan advertir a otros padres para que mantengan a los bebés aislados y no se sientan avergonzados de prohibir las visitas.
No dejes que nadie venga a visitarlos. Asegúrate de que se laven constantemente las manos. No permitas que la gente bese a tu bebé y asegúrate de que te lo pregunten antes de cargarlo.
Ellos no juzgaron a nadie, pero sin duda es una historia que hace tomar consciencia y evaluar las condiciones y cuidados que se deben tener con un recién nacido.
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