Siempre debemos tener mucho cuidado con lo que hacemos y cuando nos tomamos fotos. Un simple y pequeño error puede costarnos y mucho. Simplemente tomemos el ejemplo de esta chica quien le mandó a su esposo lo que creía era una selfie, sencilla, linda, inofensiva… Pero cuando el esposo vio la foto, resultó todo menos inofensiva.
Y claro, después de ver bien lo que sucede en la fotografía, no hay de otra más que molestar y sí, inmediatamente pedirle el divorcio, que fue justamente lo que él hizo.
¿Tú sí puedes ver lo que ocurre? Si no se le escapó al esposo, tampoco se te debería escapar a ti, simplemente mira bien en la habitación. Y si no lo puedes ver, nosotros ya te lo decimos:
¡Sí! Una mano traviesa que se asoma por debajo de la cama… Y claro que esa mano no se puede perdonar. Así que para la próxima que se tomen una foto, nomás tengan cuidado de con quién están y si hay que ocultarlo, pues ocultarlo bien.
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