Imagina que vas conduciendo tranquilamente, pensando en tus cosas. Y de repente sucede algo aterrador.
Sientes como si el suelo se desvaneciera. Pues, adivina qué, eso es precisamente lo que pasa gracias a este fenómeno en el que el suelo se hunde formando un hoyo cuya profundidad puede increíble.
Estos hoyos pueden tragarse coches, un trozo de camino, casas y negocios.
El fenómeno se da rápidamente y sin ningún aviso. Y es capaz de tragarse todo lo que haya encima en ese momento.
El suelo puede no ser tan sólido como pensábamos. Roca, yeso, piedra caliza y las sales de carbono que se encuentran bajo nuestros pies, pueden erosionarse y ablandarse.
El agua puede disolver estas rocas, creando estas bateas.
Este fenómeno puede darse en cualquier parte del mundo.
El agua se filtra y erosiona la roca.
Las rocas que se disuelven con el agua son conocidas como evaporitas.
Estas rocas ocupan un gran porcentaje de la superficie y este fenómeno es mucho más común de lo que piensas.
Aunque estos hoyos aparecen sin aviso, algunas señales pueden identificar un terreno peligroso.
El hundimiento es siempre de forma circular, y las puertas y ventanas que no cierran adecuadamente, pueden ser indicadores de que pronto pasará algo.
El Cairo tiene la mayor batea del mundo, llamada la Depresión de Qattara con 80 kilómetros de ancho y 120 kilómetros de longitud.
En Berezniki, Rusia, una de estas depresiones tiene casi 200 metros de profundidad y casi 80 kilómetros de largo. Lo peor, es que sigue creciendo cada año.
Esta imagen es la pesadilla de cualquiera.
En Venezuela el Sarisariñama es famoso por su belleza.
En Omán, se encuentra esta formación convertida en atracción turística.
Si se descubre a tiempo, pueden inyectarse componentes capaces de frenar la degradación del suelo.
Estas formaciones pueden estar también bajo el agua. El Gran Agujero Azul se encuentra en Bélice, y se formó en la era glaciar.
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